Aunque el término es relativamente nuevo, y se ha convertido popular en los últimos años, la práctica del marketing de contenidos ha existido durante más de cien años. En 1904, Jell-O regalaba un libro de recetas a los clientes y contribuyó a más de un millón de dólares en ventas.
El marketing de contenido, en sí, es la creación de contenido relevante para el cliente objetivo, contenido que encontrará útil o interesante. Incluso si el contenido no contiene un fuerte Call to action, o impulsa los productos o servicios de la marca, su existencia genera afinidad para la marca.
Otra razón por la que las organizaciones lo utilizan es para crear clientes más leales, lo que tiene el potencial de aumentar las ventas a través de la venta cruzada e incluso, en algunos casos, la marca puede monetizar el contenido en sí.
¿Y qué tipo de contenido funciona?
Las personas preguntan y buscan información a través de los motores de búsqueda como Google son tus clientes potenciales.
Responder a las preguntas de las personas a través de publicaciones de blog, libros electrónicos, videos y otros contenidos es una forma clave para que esto suceda.
Crea contenidos como videos y posts de un hotel, restaurante o servicio, y de aquellos lugares alrededor de ellos. Así darás una mejor visión a los clientes de la experiencia, los lugares que se pueden visitar y sus vistas.
Una vez que tengas una audiencia sostenible, tus esfuerzos de contenido ayudarán a aumentar las ventas, reunir información valiosa sobre los clientes y usar a tu favor los seguidores defensores de la marca.
Al final, el marketing de contenidos es educativo, pero no se trata de los productos que vende la empresa. La marca ofrece información que genera lealtad por parte del cliente.
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Comunicación Visual 
🙂
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